Feb. 16 2009

el mejor trabajo del mundo, al menos para un fotosub

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visto en fotonatura.org

El próximo cuidador de la Isla Hamilton, en la costa este de Australia, cobrará 150.000 dólares australianos (unos 75.000 Euros) por seis meses de trabajo, que consistirá principalmente en nadar, bucear, dar de comer a los peces (sic) pasear y vigilar que los turistas se porten bien.

La Oficina de Turismo de Queensland ofrece lo que ha dado en llamar “el mejor trabajo del mundo”. Estará muy bien pagado, más si se tiene en cuenta que también se facilitará alojamiento.

Para resultar elegido será imprescindible un buen conocimiento de inglés y muy determinante ser capaz de mantener actualizado día a día un blog con fotos y archivos de vídeo en el que se refleje la “estresante” vida de la isla.

Los interesados deberán enviar un currículum en vídeo lo más ocurrente y original posible pero que no supere los 60 segundos. De una votación popular entre los visitantes del web saldrán 10 finalistas, que posteriormente serán sometidos a una prueba final de 4 días en la misma isla.

La Oficina de Turismo de Queensland ha conseguido ya su primer propósito. En un par de días han recibito miles de solicitudes y han conseguido que en todo el mundo se hable y se muestren imágenes sugestivas del Parque Natural de las Islas Whistsunday, en plena Gran Barrera de Coral.

el plazo de inscripción termina el 22 de febrero!!


Dic. 27 2008

Jordi Chias acumula premios en el WPOY

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fotonatura.org entrevista al amigo Chias tras su exito en el WPOY

Continuando con la recolección de impresiones y opiniones de los galardonados en la última edición del concurso Wildlife Photographer of the Year, publicamos un pequeño cuestionario que nos ha respondido Jordi Chias, segundo clasificado en la categoría de “Retratos” y finalista en la de “Mundo submarino”. Ambas tomas fueron realizadas bajo el agua, el medio en el que se mueve el fotógrafo catalán.

Jordi, descríbenos las dos imágenes. ¿Cómo y dónde se hicieron?


Chias_BPiloto_Pag.jpg
La imagen que consiguió el “specially comended” en la categoría subacuática refleja un tipo de comportamiento de los cangrejos araña, un invertebrado muy común en aguas de Canarias. El macho se coloca sobre la hembra y le sujeta dos de sus patas con sus pinzas. De este modo, protege a la hembra, que lleva los huevos en el abdomen, de otros machos.Los cangrejos araña se esconden a menudo cerca de los erizos diadema, pues así evitan el ataque de posibles depredadores. Ellos, con sus largas patas pueden moverse entre las púas del erizo sin peligro. La foto la realicé en el Puerto Mogán, en el sur de Gran Canaria.

La otra imagen, “runner-up” en la categoría de “Retratos de animales”, es la fotografía de una ballena piloto juvenil. Esta imagen también fue tomada en Canarias, mar adentro frente a Tenerife. Fue un encuentro muy intenso en el que esta cría se detuvo un instante frente a mi para observarme detenidamente.


No es la primera vez que obtienes un galardón en el concurso de la BBC y el Museo de Historia Natural de Londres. En la edición de 2006 lograste la segunda posición en el apartado de “Wild Places” con la foto de un arrecife. ¿Eres un asiduo de la competición? ¿Qué significa para ti obtener un premio en este concurso?


No he participado nunca en competiciones de fotografía submarina. Únicamente envío fotos a algunos concursos como el “Wildlife Photographer of the Year”. De hecho, el WPOY es en el único en el que me han dado algún premio. Personalmente creo que es un certamen con cierto prestigio y que tiene bastante difusión, lo que puede ayudar a difundir tu trabajo.


¿Cómo te iniciaste en el buceo y la fotografía submarina?


Me inicié en el buceo de muy pequeño, con 6 años, perseguía peces con un pequeño arpón. A los 16 años me saqué el título de buceo y me compré mi primera cámara subacuática. En la universidad hice un curso de fotografía y ya me enganché…


¿Qué te atrae y cómo afrontas el trabajo fotográfico bajo el agua?


El mundo submarino me atrae desde siempre. Me fascina y pienso que la fotografía es una herramienta muy potente para mostrar lo que se esconde bajo las aguas a los que lo desconocen. En mi opinión, el primer paso para respetar algo es conocerlo.


Nov. 18 2008

BBC Wildlife Photographer of the year 2008

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El amigo Chias se hace con un segundo puesto en la categoría “retratos de animales” y una mención de honor en la categoría “mundo subacuático” en el Wildlife Photographer Of the Year.

¡Un sueño! Nunca habría imaginado que pudiera conseguir algo así. Dos menciones en el WPOY’08. La foto del Calderón obtuvo un “runner-up” en la categoría Animal Portrait, mientras que la foto de los cangrejos araña obtuvo un Specially Comended en la categoría Underwater World. Esta categoría fue monopolizada por el fotógrafo del National Geographic, Brian Skerry, que obtuvo 3 premios. Podéis ver todas las fotos premiadas aquí

enhorabona company!!


Ago. 20 2008

El Trópico está en el Mediterráneo

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Decenas de nuevas especies provenientes del sur están desplazando a las autóctonas, o cohabitando con ellas, especialmente en Italia y España

SERGIO ROSSI - [Público]

En las costas del Mediterráneo Oriental pueden observarse arrecifes de especies tropicales.El Mediterráneo está sufriendo graves alteraciones a gran velocidad. Investigadores reunidos en un congreso que se celebró recientemente en Helgoland (Alemania) se han mostrado preocupados por estos cambios, en especial por uno que está demostrando ser vertiginoso: la tropicalización del Mediterráneo. “Se están detectando especies provenientes del Mar Rojo y que ya llegan hasta el canal de Sicilia”, comenta Ernesto Azzurro del Instituto de Ciencias Marinas de Milazzo (Italia). “Algunas especies, como el pez trompeta, ya se han localizado entre Túnez y Sicilia”, añade.

Muchas especies se están desplazando con rapidez desde el Canal de Suez, y su capacidad reproductora está probada. “Si las especies llegan a un punto determinado y consiguen reproducirse, se puede decir que han logrado penetrar en el ecosistema con éxito”, dice Azzurro. Ya en 1869, al abrirse la faraónica obra del ingeniero Ferdinand de Lesseps, empezaron a propagarse en las costas mediterráneas de la península del Sinaí, pero no ha sido hasta las últimas décadas que estas especies se han empezado a detectar mucho más allá de las costas mediterráneas de Oriente Medio.

El Nilo, con su enorme aporte de agua dulce, era una de las barreras más importantes que impedía el desplazamiento de especies. Pero la construcción de la presa de Asuán y el uso de agua para riego en la cuenca del río más largo del mundo han tumbado la primera muralla física a la que se tenían que enfrentar los recién llegados. “Hay moluscos, peces como el pez león y equinodermos [como las estrellas de mar] que están desplazando o cohabitando con especies autóctonas”, prosigue Azzurro.

Se han puesto en marcha puntos de vigilancia estratégicos (como la isla de Linosa, entre Túnez e Italia) para comprobar el movimiento de las especies, especialmente en la barrera siciliana, y ya se han detectado casi 60 especies de origen tropical. Según el profesor de investigación de la Universidad de Génova Carlo Niche Bianchi, “las temperaturas medias están aumentando, y las especies que antes no se sentían cómodas están encontrando nuevos espacios que colonizar”.

Alachas y sardinas
Los científicos italianos no son los únicos que están estudiando este complejo fenómeno migratorio. La doctora Anna Sabatés del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC) demostró recientemente el desplazamiento de una especie hacia el norte de las costas mediterráneas españolas. Se trata de la alacha (Sardinella aurita), muy parecida a la sardina. “Lo que hemos podido comprobar es que, entre 1950 y 2003, hay una relación entre el aumento de temperaturas en nuestras aguas y el desplazamiento hacia el norte de la alacha”, comenta la investigadora. “Las capturas hace unas décadas eran testimoniales, casi inexistentes, y ahora son muy abundantes”, explica.

Las invasiones provienen también del Atlántico y, en parte, debido a introducciones involuntarias o voluntarias de fauna y flora a través de cultivos, acuarología o buques que transportan materiales desde diferentes puntos del mundo. “El Mediterráneo ha sido siempre un campo abonado para las invasiones”, dice el profesor Niche-Bianchi. “Como en otras épocas interglaciares, las aguas del Atlántico traen especies desde aguas más cálidas, subtropicales”. El problema, explica el experto, es que ahora hay dos fuentes más de entrada, totalmente artificiales: las especies lessepsianas [que migran por el Canal de Suez, desde el Mar Rojo al Mediterráneo] y las introducidas por humanos. “Y los cambios que detectamos son muy acelerados”, añade el experto.

La matriz del ecosistema, sin embargo, no parece estar cambiando. El Mediterráneo, especialmente el Occidental, no tiene arrecifes de coral propiamente dichos y las especies llamadas bioingenieras (algas, corales, esponjas, gorgonias que crean estructura y refugio para muchas especies siguen siendo las mismas. “No sabemos hasta qué punto estos cambios e introducciones harán mella en los ecosistemas del Mediterráneo”, prosigue Niche-Bianchi, “pero durante las próximas décadas seremos testigos de una tropicalización de las aguas del sur del Mediterráneo”. La estabilización de unas temperaturas al alza propiciarán el ambiente ideal para especies completamente ajenas a nuestro paisaje submarino, añade el experto. Una transformación silenciosa que puede hacer cambiar el ecosistema de uno de los mares más emblemáticos del planeta.


Ago. 18 2008

“Spielberg acabó con los tiburones”

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No creo que Spielberg vaya por ahí matando tiburones, aunque está claro que su famosa película  no contribuyó en nada a la buena imagen de éstos grandes peces.  Rob Stewart,  biólogo y firme defensor de los tiburones es también productor y protagonista de Sharkwater película-documental en la que haciendo honor a la verdad pretende resarcir la imagen de estos animales que llevan millones de años poblando las aguas de nuestro planeta así como advertirnos sobre los serios riesgos que corre su supervivencia por culpa de los gustos culinarios de algunos.

Aquí tenéis el tráiler del docu…

…y ésta entrevista que, a cuento de la presentación en España del documental, le hizo Víctor-M. Amela para La Vanguardia:

“Tengo 28 años. Nací en Toronto y vivo en Los Ángeles. Estoy soltero. Soy realizador de documentales naturalistas. ¿Hijos? ¡Una serpiente pitón de dos metros! ¿Política? Sobrevivir en este planeta. Me gusta el snowboard, bucear, correr, escalar, los reptiles y los tiburones”.

“El ser humano ni siquiera es consciente de que está acabando con los tiburones, una especie vital para el equilibrio de los ecosistemas marinos, y para la propia supervivencia del planeta”.

Continúa leyendo ““Spielberg acabó con los tiburones””


Jun. 05 2008

Google bucea y no sólo en la Red

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El buscador prepara una aplicación para recorrer los fondos marinos a la manera del Google Earth

[Público]

Si las tres cuartas partes del planeta están ocupadas por océanos, ¿qué sentido tiene limitar la cartografía a las tierras emergidas? Para los que les sabía a poco el Google Earth, el mapeado del planeta se completará ahora con Google Ocean.

El todopoderoso Google ha reunido a expertos oceanógrafos e instituciones dedicadas a la investigación para, entre todos, crear un mapa en tres dimensiones del lecho marino. Aunque su portavo de momento decline hacer comentarios al respecto.

Mediante batimetría (el equivalente submarino a la topografía), los usuarios podrán desplazarse bajo las aguas, hacer zoom y buscar particularidades como hacen ahora sobre la superficie.

Herramienta útil

Más allá de la cartografía recreativa, los oceanógrafos creen que será una herramienta extremadamente útil. La aplicación irá más allá de mostrar el aspecto del fondo marino e incluirá datos adicionales que describirán corrientes marinas, temperaturas, naufragios, arrecifes de coral, bancos de algas y cualquier tipo de información útil (e inútil).

“Google básicamente proporcionará el campo para que todos puedan rellenarlo”, predice en News.com Stephen Miller, responsable de Centro de Datos Geológicos de la Institución Oceanográfica Scripps.


Mar. 04 2008

Ácido en el océano

La mitad del CO2 que se emite a la atmósfera es absorbido por los mares y provoca su acidificación, lo que afecta seriamente a los arrecifes de coral

Un grupo de peces nada en un arrecife de coral del Mar Rojo. AFPSERGIO ROSSI - Público

Durante los últimos 200 años, cerca del 50% del CO2 emitido a través de los combustibles fósiles ha sido absorbido por los océanos del planeta. Este aparente buen dato de mitigación de un gas de los llamados de efecto invernadero y de los más peligrosos, tiene un efecto perverso todavía poco entendido, pero que ya ha empezado a producirse: la acidificación de nuestros mares.

Aunque el proceso es algo complejo, la conclusión es que esa acidificación, medida como pH (o concentración de iones H en el agua) va a afectar, de forma irreversible, a muchos organismos marinos, hasta el punto de que puede acabar, incluso, con determinados arrecifes de coral, sobre todo de la zona austral.

El pH de las aguas que componen los mares es ligeramente alcalino (pH 8-8.3), es decir, supera el pH neutro (que se cuantifica como pH 7). Como es lógico, los ciclos de vida de los organismos se han adaptado a estas condiciones de pH, que no siempre fueron así. “Sabemos que, hace unos 55 millones de años, los mares eran bastante más ácidos que ahora, lo que produjo la desaparición de muchas plantas y animales marinos de nuestro planeta”, comenta Ken Caldeira del Instituto Carnegie de Washington. “El problema”, añade el experto, “es que ahora la acidificación se ha acelerado respecto a ese periodo”.

Hace 55 millones de años

Todo esto significa que el pH disminuye a una velocidad sin precedentes. De hecho, lo que se sabe a ciencia cierta es que, respecto al llamado periodo pre-industrial, el pH ha bajado unas 0,1 unidades a día de hoy. “Fueron necesarias unas 2.000 gigatoneladas de CO2 para llegar a los niveles de pH que entorpecieron los ciclos de determinados organismos marinos hace 55 millones de años”, apunta James Zachas del Departamento de Ciencias Terrestres y Planetarias de la Universidad de Santa Cruz, en California.

“Según cálculos recientes, sin embargo, nosotros podríamos llegar a producir 5.000 gigatoneladas de CO2 en los próximos 300 años”, añade Zachas. Como explica el experto, “eso sería mucho más CO2 en los océanos, que se acidificarían más y más deprisa que en aquella remota época”. No hace falta irse tan lejos. En el año 2100, según los cálculos de los expertos, el pH podría haber caído entre 0,3 y 0,4 puntos.

Quizá ese rango de oscilación en estos valores no parezca excesivo, pero hay que recordar que estamos hablando de escalas logarítmicas (el pH se mide de esa forma) y que el aumento de iones no es bueno para la formación de carbonato de calcio (CaCO3), del que dependen infinidad de organismos para lograr crear sus estructuras, conchas o protecciones.

Es el caso, por ejemplo de los arrecifes coralinos. “Sabemos que los corales han aparecido y desaparecido a lo largo de los últimos 200 millones de años”, comenta Adina Paytan, investigadora de la Universidad de Stanford en California. “Y se ha probado que la acidificación de los océanos coincide con algunas de esas lagunas temporales en las que estos bioconstructores desaparecen. La bajada del pH, explica la científica estadounidense, “disminuye la disponibilidad de material para construir conchas, estructuras o protecciones”.

Los organismos suelen conseguir adaptarse a este tipo de situaciones, pero, en el caso de los corales, el problema puede ser que la acidificación desemboque en la desaparición del arrecife en sí. “Son cunas de biodiversidad, refugio y fuente de alimento para una inmensa cantidad de especies”, explica Paytan.

Mapa del problema

Los científicos que han estudiado este problema han podido realizar un mapa en el que se ofrecen aproximaciones de dónde afectaría más la acidificación. Según sus conclusiones, las aguas de la zona austral del planeta serán las más afectadas. Y allí es donde se concentra más vida.

Muchos organismos planctónicos lo tendrán más difícil para sobrevivir, como unas pequeñas algas llamadas cocolitofóridos o unos protozoos muy abundantes, los foraminíferos. Son base de la cadena alimentaria, y la imposibilidad de crear sus estructuras de CaCO3 (principalmente aragonita y calcita) tendrá consecuencias en su ciclo de vida.

Otros organismos pueden también sufrir las consecuencias, especialmente, todos aquellos que tengan como base de su existencia la formación de algún tipo de concha. A este proceso se le llama acidosis, y se sospecha que incluso algunos peces y otros organismos superiores podrían padecerlo.

La acidosis es grave porque podría deprimir el sistema inmune, alterar las relaciones metabólicas y producir dificultades respiratorias. Pero no todos saldrán perdiendo. “Hay muchos grupos de algas que no basan su existencia en la formación de estructuras carbonatadas”, dice Scott Doney, del departamento de química marina del Instituto Woods Hole. “Sin embargo”, reconoce el experto, “la alteración debida a la acidificación de nuestros océanos es una verdadera incógnita”.

“No ha habido una situación como la actual”

La doctora Patrizia Ziveri, del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona, es una investigadora Ramón y Cajal cuyo trabajo científico se basa, en gran parte, en el estudio de las causas y consecuencias de la acidificación de los océanos. En enero de este año se ha producido una importante reunión en Las Palmas sobre este tema donde, tal y como explica la experta, se discutieron las bases científicas que se deben presentar, sobre todo, al Comité sobre Cambio Climático de la UE, así como a la propia comunidad científica. “También se describieron y comentaron las posibles consecuencias socioeconómicas de un cambio ambiental de tanta envergadura”, añade la experta.

¿Desde cuándo se estudia la acidificación de los océanos?

En realidad, hace poco que se ha empezado a estudiar. Sólo ahora, cuando hemos empezado a ser conscientes del problema, se están realizando reuniones y se están financiando proyectos.

La velocidad de acidificación, ¿es similar a la de otras épocas geológicas anteriores?

Todavía es pronto para decirlo, pero todos los indicios apuntan a que no ha habido una acidificación tan rápida como la actual, excepto, quizás, en el famoso límite K/T: cuando se extinguieron los dinosaurios.

¿Se han hecho experimentos de acidificación con el plancton capaz de realizar la fotosíntesis?

Mi grupo está desarrollando experimentos en los que, en cultivos, se observa la disminución de la calcificación a medida que aumenta la acidificación del agua.

¿En qué proyecto relacionado sobre la acidificación estás trabajando ahora?

Trabajo en dos líneas principales: la primera estudia la respuesta de los organismos ante la acidificación. La segunda investiga cómo, en el pasado, organismos similares respondieron ante fenómenos de acidificación también similares.


Feb. 19 2008

La fiebre del oro rojo

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El coral rojo del Mediterráneo corre peligro por culpa del exceso de explotación y los furtivos

SERGIO ROSSI
PÚBLICO

Son algo más de las ocho de la mañana en Port Lligat, Girona. Tres coraleros debaten dónde ir a faenar en un día cualquiera del periodo legal de extracción del coral rojo. Es una decisión difícil porque las mejores zonas del lugar en el que están (el Parque Natural de Cap de Creus) son escasas y están expuestas a los cambios de humor del tiempo: vientos de tramontana, giros borrascosos impredecibles… Han de arriesgarse. Ya anclados, no bajarán mucho, la piedra está entre 35 y 50 metros de profundidad.

Pero saben que no hará falta ir mucho más abajo para poder extraer lo suficiente para hacer rentable su incursión hacia el fondo. “La fiebre del coral no cesa”, comenta Ramón Freixa, un coralero que toda la vida ha buscado esta especie en del Mediterráneo. Es un negocio rentable, que mueve a nivel mundial unos 400 millones de euros al año.

Dificultades

A principios de los años 80, se detectaron fuertes caídas de la cantidad de coral rojo en todo el Mediterráneo: se pasó de unas 100 toneladas de extracción al año a sólo unas 40. La situación se estabilizó a la baja, con leves picos al alza cuando se encontraban nuevas poblaciones en Marruecos, Algeria o Turquía. Los expertos coinciden en reconocer que el coral que crecía en los años setenta y ochenta ya no se encuentra ni siquiera a gran profundidad. El coral rojo ha pasado de formar un bosque de árboles a un prado de hierba.

“El paisaje submarino ha cambiado en estas dos últimas décadas”, dice el historiador del coral rojo Arnald Plujà, que conoce muy bien esta zona del norte de España. Victoria Riera, la directora del Parque Natural de Cap de Creus (del que se extrae más del 90% de coral de Catalunya) es explícita: “No tiene sentido crear reservas si no es para regular de forma efectiva la extracción o pesca de los organismos que la habitan”.

Otras medidas

Y es que la situación es crítica. Un reciente estudio, financiado por la Generalitat de Catalunya y ejecutado por científicos del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC), llegó a la conclusión de que el coral, entre los 20 y 60 metros de profundidad, tenía una media de altura de unos tres centímetros y un diámetro de la columna de unos cuatro o cinco milímetros. Si se compara con datos de hace 20 años, la diferencia es considerable, pues la altura entonces era de unos 12 centímetros y el diámetro, de 9 milímetros.

“Una vigilancia efectiva, apoyada en una legislación que penalice el furtivismo, y una reducción en el número de licencias aliviaría considerablemente el problema”, comenta el doctor Tsounis, del ICM-CSIC.

Pero se abre una puerta a la esperanza. Un reciente proyecto europeo de colaboración entre el ICM-CSIC y la Universidad de Pisa promueve el trasplante de colonias con placas de mármol o directamente con colonias adultas allí donde se ha extinguido “Es un proyecto ambicioso, pero ya probado y que funciona” comenta el doctor Lorenzo Bramanti, de la universidad italiana. Un metódico programa, en fin, para salvar el tan preciado y emblemático oro rojo del Mare Nostrum.

A la caza de los cazadores

Los furtivos, que están poniendo en jaque a las diferentes poblaciones de coral rojo en el Mediterráneo, colectan el coral pequeño y con la base, de forma que no puede regenerarse. El coral que antes ni tan sólo se consideraba apto para ponerlo en circulación en el mercado por ser muy pequeño ahora tiene compradores (hasta 300 euros el kilo de coral pequeño) que lo transforman en pequeños fragmentos hechos de pasta de coral o en afrodisíacos y productos homeopáticos. Jordi Bosch, coralero profesional, se queja de los furtivos: “Son una lacra. No hay control y no hay sanción real. Los furtivos campan a sus anchas”.


Dic. 17 2007

En medio siglo la mayoría de los arrecifes coralinos del mundo desaparecerán

EFE

TORONTO (CANADÁ).- Aunque se cumplan las mejores previsiones sobre el cambio climático no se evitará la destrucción de la inmensa mayor parte de los arrecifes coralinos. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por 17 científicos pertenecientes a 7 países. Peter Sale, profesor de la Universidad de las Naciones Unidas, y uno de los autores del estudio, señaló a Efe que “Incluso en el escenario más optimista, el futuro es muy problemático. Fácilmente supondrá la total desaparición de los arrecifes de coral“.

El problema estriba en que las emisiones de gases de efecto invernadero están acidificando las aguas de los océanos, haciendo inviable la existencia de este tipo de animales. De acuerdo con las estimaciones realizadas, hacia 2050 el 98% de las aguas en las que se encuentran arrecifes de corales serán demasiado ácidos para mantenerlos.

Este es el motivo por el que los autores del trabajo consideren imprescindible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, cuestión que en estos momentos se está debatiendo en Bali.

Según el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, hacia 2100 la temperatura del planeta se habrá incrementado entre 1,6 y 4,2 grados. Pero sólo con que lo hiciera en un grado el daño causado a los corales sería enorme. Según Hoegh-Guldberg, profesor en la Universidad de Queensland (Australia) y uno de los autores del informe, este discreto aumento provocaría “una presión sobre los arrecifes coralinos que rápidamente causaría su blanqueado. Si la temperatura aumentara un poco más los corales que crean los arrecifes morirán en cantidades enormes”.

Además del daño ecológico -en muchos casos, irreversible- habría grandes pérdidas económicas. Por ejemplo, se reducirían considerablemente los ingresos por turismo generados por la Gran Barrera de Arrecife (Australia) que superan los 6.800 millones de dólares. Simplemente, no habría playas. Según Sale “Lo que mucha gente no entiende es que los granos de arena de esas playas proceden de los arrecifes coralinos. Sin los corales los arrecifes desaparecerán y con ella el suministro de arena”.


Oct. 10 2007

Los ecosistemas costeros son los más amenazados

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MANUEL ANSEDE - Público

Las praderas submarinas, como las enormes extensiones de Posidonia oceánica en el Mediterráneo, actúan como los canarios que acompañaban a los mineros en sus incursiones a las entrañas de la tierra: cuando el pájaro caía al fondo de la jaula, los trabajadores sabían que había llegado el gas grisú, y tocaba salir corriendo de la galería.

La metáfora es del investigador de la Universidad de Maryland (EEUU) Bill Dennison. Para este oceanógrafo, el ritmo de pérdida de superficie de las praderas submarinas puede rondar un área total similar a diez campos de fútbol a la hora.

Como los canarios de los mineros, esta desaparación advierte de la mala salud de los ecosistemas litorales.

Denison participó ayer en Madrid en el tercer Debate sobre Biología de la Conservación, organizado por la Estación de Investigación Costera del Faro de Cap Salines (centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares) y la Fundación BBVA .

Duro diagnóstico

En el encuentro, cinco expertos internacionales, moderados por el oceanógrafo del CSIC y premio Nacional de Investigación 2007 Carlos Duarte, presentaron los resultados de sus últimas investigaciones.

Su diagnóstico es cristalino: los hábitats costeros -corales, manglares, marismas y praderas submarinas- se han convertido en los ecosistemas más amenazados de la biosfera, a causa de la urbanización desmesurada de los litorales y los efectos del cambio climático.

Su tasa de pérdida es, por ejemplo, entre cuatro y diez veces más rápida que la que padecen las selvas tropicales.

Duarte sostiene que este ataque a los ecosistemas costeros no va a salir gratis al ser humano.

Su pérdida supondrá una reducción de los stocks pesqueros y una disminución de la capacidad del océano para secuestrar CO2, además de recortar la biodiversidad marina y afectar a los atractivos turísticos.

El profesor del instituto oceanográfico estadounidense Woods Hole Iván Valiela apunta otra consecuencia del aniquilamiento de los hábitats costeros: el aumento de la mortalidad humana.

En opinión de Valiela, “la pérdida de marismas en el Delta del Mississippi magnificó los daños provocados por el huracán Katrina en Nueva Orleans”, en agosto de 2005.

En el encuentro, la investigadora del Instituto de Estudios Avanzados del Mediterráneo Núria Marbà presentó los resultados de su proyecto Praderas.

Según la ecóloga marina, “el declive de las praderas de Posidonia, con un 5% de pérdida anual, tiene una relación directa con la especulación urbanística”.

Las costas catalanas y el litoral francés son las regiones más afectadas, debido a su casi completa urbanización.

El científico de la Universidad de Rhode Island (EEUU) Scott Nixon culpó a la agricultura de gran parte de los males oceánicos.

Para Nixon, el aporte excesivo de nitrógeno y fósforo en el litoral, a causa de la aplicación de fertilizantes agrícolas, está agudizando su degradación. “Es un problema que va a aumentar en el futuro, porque crecerá la población y sus necesidades alimentarias”, afirma. “Es un desafío para los científicos, pero también para la sociedad”, concluye.


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